Repetimos un año más este espectacular barranco en granito y de aguas muy frías.
En la cabecera nos preparamos y nada más comenzar empezamos con un tobogán de seis metros que repetimos un par de veces, seguimos sin encontrarnos a nadie, y hacemos un rapel tras otro,de seis, de diez metros con cascadas preciosas, destrepes un pelin técnicos y marmitas que se asemejan a yacuzzi, estamos encantados y no queremos que se acabe pero al poco llegamos al puente desde el que salimos y donde tenemos la furgo. Un poco de sol y una merecida comida para despedirnos de la Francia que tan bien nos ha tratado un año más.
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