Llegamos a San Candido, punto de partida de nuestra ruta que nos llevaría de ésta ciudad del Tirol italiano ,a una pequeña ciudad de Austria (Lienz), a 42 kilómetros una de otra, (la vuelta, paseo en tren).
Ya en la estación de San Candido, alquilamos unas bicis de paseo y contratamos un paquete que incluye: bici, subida en un telecabina a un mirador de la ciudad de Lienz, y el billete de tren de vuelta.
Empezamos la ruta y el camino, para la hora temprana que era, ya estaba lleno de gente, aunque todo el mundo sabía por donde tenía que ir y se hacía cómodo el paseo. Al poco cruzamos la frontera de Italia a Austria y llegamos a una fabrica de galletas de chocolate, donde por supuesto paramos a comer algunas . Después entramos ya en una zona cerca de un río que no abandonamos hasta el final de nuestra ruta, con bosque de abetos y pinos con alturas considerables.
El camino se hace cómodo, ya que la mayoría del tiempo es bajada ; casi sin darnos cuenta estábamos en Lienz.
Con las indicaciones de unos locales, nos fuimos hacia el telecabina que nos llevaría al mirador, y tras andar con las bicis por todo Lienz y perdernos mil veces, no sabemos como llegamos a la estación del telecabina. Subimos hasta lo más alto ,y al llegar empezó a llover con fuerza, así que rápidamente bajamos, dejamos las bicis en la estación y cogimos el tren que salía en unos minutos. En San Candido, y con mucha hambre, nos fuimos a unas de estas fiestas que tanto nos gustan, que montan por todos estos pueblos ,y que es un buen sitio para comer comida típica de aquí compartida con los lugareños y amenizada por una orquesta.
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