Por la carretera de la Cabra (antigua carretera que comunicaba la costa con la capital),llegamos a la Junta de los Ríos Pijana,a unos 5km antes de llegar al pueblo de Otivar; de allí al final del barranco donde aparcamos los coches tenemos unos 6-7 km de pista.
Preparados con el material en la mochila, remontamos todo el barranco deportivo por un sendero también espectacular, aéreo y con puentes de cables que cruzan una y otra vez el río, en los que podíamos ver en todo momento las aguas cristalinas, las cascadas y esas maravillosas pozas que caracterizan a este río.
En la cabecera y después de ponernos el neopreno, casco, arnes y demás avíos, empezamos a descender ya fresquitos y sin calor este maravilloso barranco. Marta, Antonio y Diego, estaban expectantes ya que habían escuchado hablar mucho de este paradisíaco lugar.
Primer salto y.....empieza nuestra actividad!!.Tras el tobogán, los chicos algo más atrevidos prueban el salto de 12 metros y lo repetimos en en varias ocasiones. Encantados!!!.
Continuamos con saltos,más saltos y algún rapel. Al llegar a la magnífica cascada, que llamamos de la Y, comenzamos el tramo que las empresas hacemos como de iniciación: rapeles muy bonitos pero fáciles, y pozas en las que puedes saltar desde diferentes alturas (incluso saltos de 15 metros, solo para expertos), hacen de esta parte un descenso para principiantes que engancha.
Después de 7 horas de maravilloso descenso, llegamos al coche con hambre y sed que saciamos en uno de los bares del pueblo de Otivar.
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